Si hay un servicio o tendencia que ha revolucionado el sector tecnológico y empresarial en los últimos años a nivel mundial, y lo seguirá haciendo en los próximos ejercicios, ese es el Cloud Computing o tecnología “en la nube”, como se ha denominado en España. De hecho, las soluciones cloud se han convertido en uno de los pilares o herramientas básicas para conseguir desarrollar la transformación digital no sólo en las empresas, sino también en instituciones, entidades y administraciones públicas en general.
Su crecimiento ha sido espectacular fundamentalmente por varias razones, y es que son muchas y muy importantes las ventajas que las soluciones en la nube, en sus distintas modalidades, ofrecen a las empresas. En primer lugar, la aplicación de este tipo de tecnologías y soluciones ha potenciado la democratización del acceso a sistemas de almacenamiento y otras infraestructuras, aplicaciones y servicios, una característica hasta hace unos años sólo al alcance de las grandes organizaciones y compañías, debido a las inversiones y costes que requerían. En este sentido el Cloud Computing ha aportado una mayor flexibilidad, agilidad y movilidad a las empresas, posibilitando el acceso a los sistemas de forma rápida, cómoda y sencilla.
Además, este acceso por parte de las empresa a su información, aplicaciones o recursos en muchos casos puede ser realizado desde cualquier tipo de dispositivo electrónico (ordenador, portátil, tablet, convertible, Smartphone) en cualquier lugar del mundo y a cualquier hora del día.
Por otro lado, el Cloud Computing tiene una ventaja fundamental que es el ahorro de costes que supone para las empresas y organizaciones que hacen uso de estas tecnologías y servicios. La optimización de costes en el uso de estas soluciones es consecuencia inmediata de una característica fundamental de los servicios en la nube: el pago por uso. Y es que una de las principales particularidades requeridas en cualquier infraestructura o servicio en la nube es que el coste al que deben hacer frente los usuarios de estas tecnologías depende del uso real que efectúen de los mismos.
Adicionalmente, íntimamente ligado a la propiedad anterior, un requisito clave de las soluciones en modalidad cloud es la escalabilidad. En este sentido, los sistemas e infraestructuras en la nube ofrecen mecanismos para dimensionar en cualquier momento sus parámetros de uso de acuerdo a las necesidades actuales del cliente. Esta característica ofrece a las empresas la posibilidad de hacer frente a demandas puntuales que puedan existir, ajustando de igualmente el coste del servicio realmente consumido.
Por último, un beneficio del cloud computing que no puede ser pasado por alto se encuentra en la posibilidad de tener a nuestra disposición personal con un alto nivel de especialización en el servicio contratado, lo que permite a las empresas centrarse exclusivamente en el desarrollo de su negocio y dejar otras actividades fuera de su ámbito en manos de profesionales con un nivel adecuado de capacitación y experiencia. Esta ventaja se traduce en una notable mejora de la productividad y competitividad de las empresas.
Gracias a estas incuestionables ventajas, el crecimiento del uso de estas tecnologías ha sido especialmente rápido en los últimos años y la previsión actual es que siga aumentando no sólo en cuanto al número cuantitativo de clientes, sino también a la calidad de los servicios por parte de las empresas proveedoras.
Retos para el futuro
Ahora bien, ¿cuáles son los retos del futuro para la nube ante la transformación digital ya puesta en marcha en nuestra sociedad? En primer lugar, un importante reto de las empresas de tecnologías en la nube consiste en la expansión global en el ámbito empresarial, donde, a pesar de haber calado y obtener un aceptable nivel de reconocimiento por parte de los usuarios, aún son muchas las empresas reacias al uso de estas tecnologías por miedo a la seguridad en el almacenamiento y acceso a su información o por la percepción de falta de madurez en los negocios ofrecidos a través de la nube.
Igualmente, las propias empresas usuarias de estos servicios deben afrontar el reto de mejorar en la definición de unas estrategias y planes de desarrollo claros y alineados con esta modalidad de servicio. En esta línea, muchas empresas quizás se dejan arrastrar por la tendencia, como si fuera una moda, rindiéndose ante sus beneficios, pero sin un análisis detallado de las posibilidades específicas que pueden ofrecer para su negocio o actividad y un programa para ejecutarlo.
Cuando se cumplen precisamente dos décadas desde que un grupo de ejecutivos de la compañía tecnológica Compaq Computer acuñara el término cloud computing, el otro gran reto al que se enfrenta hoy día la nube es la concienciación de sus clientes de la seguridad y privacidad de la información y de los datos que se almacenan en servicios cloud. Si bien hoy en día los proveedores de servicios cloud son capaces de garantizar unos niveles máximos de seguridad en sus equipos y el acceso a la información, en algunos casos esto sigue siendo un freno real para muchas empresas que desconfían y consideran un riesgo para su imagen y reputación la potencial pérdida o robo de datos de su organización.
Nuevas tendencias
Más allá de estos retos y desafíos, lo que sí es indudable es que el sector de la nube sigue evolucionando y creciendo con nuevas tendencias y servicios que se irán imponiendo ante las demandas y necesidades de las propias empresas. Es el caso de los servicios de nube híbrida, frente a la nube pública (donde los datos se guardan en servidores compartidos de los proveedores a los que se accede mediante pago por uso) o la nube privada (en la que las infraestructuras son de uso exclusivo para un cliente). Las nubes híbridas, además de combinar las características de las dos anteriores, permite desplazar cargas de trabajo entre servidores y solventar mejor los picos de demanda de la información, ofreciendo una alta disponibilidad.
Por otro lado, se percibe un incremento de sectores que está apostando por los servicios de la nube, especialmente en empresas de aquellos sectores más tradicionales que hasta ahora no se habían planteado trabajar con este tipo de tecnología y que están viendo las posibilidades que ofrece para su crecimiento y las relaciones con sus clientes.
Otras cuestiones importantes que ya se están llevando a cabo en el mercado son la mejora o creación de nuevos canales de comercialización para la venta de los servicios e infraestructuras en la nube (por ejemplo, a través del sector Retail), o la consolidación y aumento de los denominados “Cloud Services Broker”, especialistas dedicados a la consultoría, gestión, automatización y revisión de los procesos de las empresas para la optimización del uso de las tecnologías en la nube. Este rol actuará como intermediario entre los clientes y los proveedores de servicios cloud con el fin de garantizar una perfecta adaptación de la entidad a este tipo de tecnologías.